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Ricardo García Herrera nació en Valladolid en 1958 y es doctor en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático en esa misma universidad. También está graduado en el programa de dirección del IESE. Se considera un climatólogo –experto en clima- con amplia experiencia en el análisis de la variabilidad climática y de su impacto en la salud pública. Su trayectoria es una mezcla entre la vida universitaria y el ámbito de la gestión y de las instituciones públicas. Empezó a trabajar con 22 años como ayudante en la Universidad Complutense, y aprovechó esos primeros años para realizar su tesis sobre modelos de contaminación atmosférica. Además, se especializó también en medio ambiente y salud pública, lo que le lleva a dejar su impronta laboral en distintos organismos de las comunidades autónomas de Castilla y León, Navarra, País Vasco y Madrid. A continuación fue director de Salud Pública del Gobierno Vasco y Director General de Prevención y Promoción de la Salud de la Comunidad de Madrid.
Ricardo García Herrera es autor de más de 80 artículos científicos y de investigación publicados en revistas internacionales y autor de varios libros. Ha coordinado numerosos proyectos de investigación, tanto nacionales como internacionales y coordinado el Master en Geofísica y Meteorología de la Universidad Complutense. Ha sido autor contribuyente del IV informe del IPCC y representa a España en diferentes programas internacionales. Fue nombrado presidente de la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, a propuesta del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, el 12 de febrero de 2010.
“El futuro pasa por mejorar la predicción meteorológica y ofrecer más información climática”La preocupación por el tiempo atmosférico y el clima se han convertido en dos constantes de nuestras vidas soportadas por modelos de predicción cada vez más precisos y ajustados. Conocer de primera mano, en palabras de su propio Presidente, cuáles son los objetivos y el trabajo diario de la Agencia Estatal de Meteorología de España, así como sus retos más inmediatos, supone todo un lujo tanto por la información aportada, como por la sencillez con que se explica su evolución desde hace 125 años.
A grandes rasgos, ¿cómo es la evolución histórica
de los servicios encargados de la meteorología
en España hasta llegar a la constitución
de la Agencia Estatal de Meteorología?
AEMET es la continuadora de una organización
que en el año 2012 cumplirá formalmente 125
años, aunque los inicios aún son más antiguos.
Se convirtió en Agencia Estatal a principios de
2008, y somos algo así como una Dirección General
pero con alguna competencia más; por
ejemplo, tenemos algún grado de libertad en
cuanto a la gestión de los recursos, tanto de
presupuestos como de personal.
En España la meteorología nace de la mano
de los astrónomos, que en función de las incidencias
meteorológicas, como presencia o no
de nubes, podían observar el cielo. El arranque se produce en unas instalaciones del Parque
del Retiro, en Madrid, y durante mucho
tiempo prevaleció una concepción muy estadística,
de tablas de datos meteorológicos,
pero que ofrecía poca capacidad de predicción.
Eso provocó que en España el Servicio
Meteorológico naciera con un retraso de unos
40 años con respecto a los creados en Inglaterra,
Alemania o Francia, agravado además por
problemas de competencias y capacidades de
los cuerpos y burocracias locales. Finalmente,
se consolidó el Instituto Central Meteorológico
junto al Observatorio del Retiro. Aún
existen esas instalaciones, que pertenecen a
AEMET. Hasta 1976 se denominaba Servicio
Meteorológico Nacional y dependía del Ministerio
del Aire. Luego, quedó integrado en el
Ministerio de Transportes con el nombre de
Instituto Nacional de Meteorología. Finalmente,
pasó a depender del Ministerio de Medio
Ambiente, y Medio Rural y Marino y a través de
la Secretaría de Estado de Cambio Climático,
se convirtió en Agencia Estatal de Meteorología
(AEMET) y asumió todas las competencias
del antiguo Instituto Nacional de Meteorología
(INM).
Nuestras funciones son la protección de las personas y los bienes mediante la predicción del tiempo y el apoyo de las políticas medioambientales y de cambio climático
¿Cuáles son las funciones y objetivos de la
AEMET?
Somos una agencia atípica, porque si bien las
agencias y servicios de meteorología tienen
como principal misión contribuir a la protección
de las personas y los bienes mediante la
predicción del tiempo, nosotros aunamos otras
funciones, como apoyar las políticas medioambientales
y de cambio climático. Por eso, además
de hacer predicciones a corto y medio plazo,
confeccionamos escenarios climáticos a los
que se puede acceder en nuestra web. Damos
apoyo a las políticas de calidad medioambiental,
como por ejemplo, diseñando modelos de predicción
de la calidad del aire. Somos también
los gestores de la red española de medida de
contaminación de fondo. Eso quiere decir que
tenemos unos doce sensores instalados fuera
de las ciudades, que no están perturbados por
las emisiones de ninguna gran ciudad, y que nos
ayudan a medir esa contaminación así como el
transporte transfronterizo de contaminantes.
AEMET no es una organización dedicada a I+D,
Investigación y Desarrollo, pero necesita estar al
día, ya que usamos tecnologías muy avanzadas
tales como la teledetección espacial y terrestre.
También somos el órgano del gobierno para
temas de cooperación internacional en materia
meteorológica y de clima. Mantenemos dos
programas muy activos, uno en América Latina
y otro en el occidente de África.
¿Con qué medios cuentan?
Tenemos unos noventa centros de trabajo y
una plantilla de 1.300 personas con una alta
preparación que responden a tres tipos de
perfiles: los meteorólogos, que realizan tareas
de desarrollo y gestión; los diplomados, que
en su gran mayoría se encargan de hacer las
predicciones, y después los observadores, que
se encargan de la operación y mantenimiento
de la red de observación. Un tercio del personal
está ubicado en nuestra central en Madrid.
El resto se integra en diecisiete delegaciones
territoriales, una por cada comunidad autónoma,
y a la vez contamos con once grupos de
predicción y vigilancia. Esos grupos gestionan
los avisos y las predicciones desde el punto de
vista regional. Además, hay personal en todos
los observatorios, en todas las bases aéreas y
en todos los aeropuertos.
¿Qué amenazas meteorológicas puede tener
un territorio como el español?
Lo que nos preocupa ahora, dadas nuestras características,
es un fenómeno muy difícil de predecir:
las tormentas y lo que se conoce vulgarmente
como “gota fría”, que en realidad es una
estructura atmosférica en la que se desarrollan
sistemas nubosos de pequeñas dimensiones
espaciales y temporales pero que provocan precipitaciones
muy intensas. Con esas características,
es muy difícil que un modelo de predicción
lo advierta con la precisión necesaria. Estamos
haciendo un esfuerzo para bajar nuestra escala
y ser capaces de predecir esos fenómenos.
¿Cómo se organiza su sistema de predicción?
Hace treinta y cinco años, diversos servicios
meteorológicos europeos decidieron unir fuerzas
y crear un centro de excelencia que realizara
predicciones muy buenas a medio y largo plazo:
el Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio (ECMWF), que es el mejor valorado del mundo,
situado en Reading, Inglaterra. El ECMWF nos
suministra dos predicciones diarias a escala
hemisférica, a las cero y a las doce horas, con
una resolución de unos 15 kilómetros. A continuación,
corremos sobre esta información
un modelo propio de alta resolución sobre dos
áreas, una centrada en la Península Ibérica y
otra en Canarias, obteniendo cuatro pronósticos
diarios. A partir de esos modelos se elaboran
todos los productos de AEMET, como los avisos
y los distintos tipos de predicciones. En lo que
estamos trabajando ahora es en incrementar la
resolución de 10 o 15 kilómetros de los modelos
actuales a otra kilométrica que estará disponible
en 2013 o 2014.
AEMET no es una organización dedicada a I+D, Investigación y Desarrollo, pero necesita estar al día, ya que usa tecnologías muy avanzadas tales como la teledetección espacial y terrestre
¿Una predicción del tiempo ajustada a cada
kilómetro puede parecer muy ambiciosa?
Efectivamente, lo es. En el plan estratégico que
se ha aprobado en junio pasado para el ECMWF, se incluye esa pretensión de bajar a escala kilométrica,
pero mientras que el Centro lo plantea
para 2020, en la Agencia queremos adelantarnos
a esa fecha con nuestro modelo. Para ello,
vamos a adquirir un nuevo superordenador que
nos va a suponer un importante desembolso,
pero que nos permitirá optimizar la complejidad
de los cálculos que se necesita realizar. Una de
las características específicas de la meteorología
es que presenta situaciones muy difíciles de
predecir, como las tormentas y las nieblas, que
tienen un efecto muy local y afectan mucho a la
aeronáutica. Los movimientos de los frentes sin
embargo, son mucho más predecibles.
¿Qué labor desarrollan en relación al clima, al
cambio climático?
Nos ocupamos de la evolución del clima. Desde
más o menos 1970, dentro de un programa coordinado
por la OMM, Organización Meteorológica
Mundial, se vienen midiendo las normales climáticas (ver cuadro pág. 34). Para ello se utilizan
periodos climáticos de 30 años y se va viendo
cómo evolucionan todas las variables, pero especialmente
la temperatura y las precipitaciones.
Tenemos veintisiete estaciones dedicadas a ello,
siendo las de mejor calidad, y nos sirven como
testigo de la evolución del clima a medio y largo
plazo. Desde 1970 no han cambiado los patrones
de precipitación, pero sí hay cambios en la temperatura.
Mientras que entre los períodos 1961-
1990 y 1971-2000 la temperatura media a nivel
nacional se incrementó en 0,22º C, entre 1971-
2000 y 1981-2010 se incrementó en 0,46º C, siendo
la variación más del doble que la observada
entre los dos períodos de referencia anteriores.
Es una cuestión a tener muy en cuenta. No se
trata de una predicción; es una constatación. Seguramente
lo que va a provocar son alteraciones
del ciclo hidrológico. Cuando llueva lo hará con
mucha intensidad y luego habrá periodos prolongados
de sequía.
¿Todos los meteorólogos utilizan sus servicios?
¿Los comercializan? ¿Existe algún criterio
de búsqueda de rentabilidad?
Hay meteorólogos que usan nuestros servicios y
otros no. La prioridad de AEMET es ser un servicio
público eficiente. Por ejemplo, tenemos una
nueva política de datos. Hasta hace un año para
acceder a ellos había que pagar. Ahora hemos
decidido que es mejor que estén disponibles
libremente en nuestra web, donde hay mucha
información que no se muestra sólo en forma
gráfica, sino también mediante archivos de datos
que pueden ser usados por los profesionales.
Pensemos que los datos que genera AEMET
los pagan los ciudadanos con los impuestos, y
es lógico que esa información les revierta. En
segundo lugar, la experiencia nos hacer ver que
el hecho de que esos datos estén a libre disposición
hace que estemos favoreciendo a la industria
meteorológica, inmersa en un proceso
de mejora. En los años sesenta, la predicción
era un arte que dependía del proceso de formación
del meteorólogo de turno. En estos momentos,
la meteorología depende básicamente
de la interpretación de modelos, con lo cual se
ha hecho mucho más sistemática y científica. Al
haber mucho pequeño usuario que quiere cosas
concretas, nuestro papel se centra, por un lado,
en sentar las bases para que cualquier persona
pueda obtener esa información, y por otro, en
atender a los grandes usuarios institucionales:
protección civil, aeronáutica y fuerzas armadas,
por ejemplo. En los meses que lleva en funcionamiento
esa política de transparencia, se nos
descargan diariamente del orden de unos cien
mil archivos. Somos la página institucional española
mas visitada con unos 3,5 millones de
visitas diarias, y el perfil de uso es creciente.
Ese es el mejor control de calidad que podemos
tener.
La “gota fría” es una estructura atmosférica en la que se desarrollan sistemas nubosos de pequeñas dimensiones espaciales y temporales pero que provocan precipitaciones muy intensas, por lo que es muy difícil que un modelo de predicción lo advierta con la precisión necesaria
¿De qué forma están colaborando en los programas
de África Occidental o América Latina?
Somos el primer contribuyente en la Organización
Meteorológica Mundial para los temas de
cooperación y se encauza a través de conferencias
donde participan los directores de servicios
hidrometeorológicos. Nos preocupa mucho conocer sus necesidades y tratamos de responder
a ellas. A partir de ahí, se pone en marcha un
programa de actuación con los recursos que
tenemos en cada momento a nuestro alcance.
Ofrecemos programas y cursos de formación e
intercambio, y también acceso a algunas tecnologías,
como el manejo de las salidas de los
modelos del centro europeo; se les facilita el acceso
a las imágenes del Meteosat. En la región
de África que empieza en Mauritania y llega
hasta Guinea, desarrollamos tres programas:
uno de meteorología de apoyo a los pescadores;
otro con temas de meteorología y salud; y otro
enfocado a la agricultura. Se han instalado cuatrocientas
estaciones diseminadas en distintas
zonas para ayudarles a tomar las decisiones de
siembra o riego. Además, y de una forma más
general, se les proporcionan las predicciones
de tormentas de polvo y arena, algo verdaderamente
novedoso y útil para toda esta región.
Mientras que entre los períodos 1961- 1990 y 1971-2000 la temperatura media en España se incrementó en 0,22º C, entre 1971- 2000 y 1981-2010 se incrementó en 0,46º C
¿Cuál es su reto más inmediato?
Nuestro principal reto es la puesta en funcionamiento
del nuevo portal de servicios climáticos
en el marco de la nueva política de datos de
la Agencia. Se puede dar mucha información
climática de gran utilidad no solo a través de
listas de datos sino también valores umbrales,
proyecciones, predicciones, o valores normales,
entre otros y para que cada usuario pueda
utilizar la información como quiera. El hecho
es tan importante que en el último congreso de
la OMM de junio, se planteó para un congreso
extraordinario. En general, los Servicios Meteorológicos
europeos van a seguir mejorando
la predicción meteorológica, a escala más
pequeña, y van a suministrar más información
climática. Es una evolución importante para
todo el mundo y nosotros estamos en muy buenas
condiciones para ofrecer esos servicios.
¿Cómo interrelacionan con el seguro?
Nuestra experiencia está fundamentalmente
ligada al Consorcio de Compensación de Seguros,
al que le proporcionamos los datos que
nos solicita sobre determinados eventos climáticos
que tienen una gran incidencia siniestral,
como tormentas, tempestades o vientos.
Período de referencia | Temperatura media anual en España | Diferencia entre dos periodos sucesivos |
---|---|---|
1961-1990 | 14,43 ºC | |
1971-2000 | 14,63 ºC | + 0,20 ºC |
1981-2010 | 15,09 ºC | + 0,46 ºC |
Variación de la temperatura media en España entre los periodos de referencia 1971-2000 y 1981-2010 (Fuente: AEMET “Nota sobre la variación de la temperatura y la precipitación media en España entre los períodos de referencia 1971-2000 y 1981-2010”)
Nuestra tarea básica es ser notarios de lo que está pasando respecto al Cambio Climático y comunicarlo
¿Cuentan con satélites propios?
Ningún país europeo tiene satélites propios.
En el año 1986, los países europeos
decidieron crear un consorcio con sede en
Alemania, EUMETSAT, para la gestión de
los satélites meteorológicos a nivel europeo.
Aúna varios tipos de programas: el programa
Meteosat, un conjunto de satélites
geoestacionarios que captan imágenes de
Europa cada 15 minutos; el programa de satélites
polares, que en cada pasada ofrecen
imágenes de franjas diferentes de la Tierra;
luego hay otros, como el Jasón, dedicado al
seguimiento de variaciones oceánicas. Los
lanzamientos de satélites se efectúan desde
la Guayana Francesa. Nuestra participación
ocupa el quinto puesto en este consorcio por
la aportación económica de España, ocho
por ciento. Esta aportación se realiza en función
del Producto Interior Bruto.
¿Qué ha supuesto la utilización de satélites
en la predicción meteorológica y desde
cuándo los utilizan?
Esas imágenes de satélite que vemos en la
televisión cada día son los datos de entrada
para obtener el diagnóstico y la predicción
meteorológica. De hecho, no podríamos realizar
el salto previsto a una predicción kilométrica
sin la colaboración de los satélites.
El año pasado se aprobó en EUMETSAT la
construcción del Meteosat de tercera generación,
que probablemente estará operativo
en 2017. Permitirá una mayor resolución y
ofrecerá más variables, lo que aumentará la
calidad de la predicción.
¿España es un país avanzado en materia de servicios meteorológicos?
Yo diría que sí. La calidad de nuestras predicciones es esencialmente
igual que en el resto de países avanzados de Europa.
¿Y desde la perspectiva de los medios de que disponen?
Contamos con lo que se precisa al estar integrados en diversos
consorcios europeos. Hay que tener en cuenta que la meteorología
es una ciencia global desde la invención del telégrafo.
Los primeros mapas meteorológicos se realizaron a partir
de los datos meteorológicos que transmitían, trasladando así
la observación a los mapas de predicción. En AEMET también
contamos con antenas para recibir las imágenes y datos de los
satélites norteamericanos de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric
Administration), por lo que no tenemos problemas de
falta de medios técnicos.
Se dice que en 2012 habrá problemas con los vientos solares
que derivarán en catástrofes que tendrán incidencia sobre las
comunicaciones. ¿Les afecta?
Existe cierta preocupación. En la última reunión de la asociación
meteorológica americana, la NOAA llevó una propuesta sobre la
necesidad de trabajar en ello con mayor profundidad. El tema no
es propiamente meteorológico, sino de incidencia sobre los satélites
y las telecomunicaciones.
¿Qué vienen observando respecto al
cambio climático?
En las políticas de apoyo de cambio climático
hay dos aspectos. Uno es la observación,
que no es sólo para la predicción
sino que también sirve para la climatología
y para observar el cambio de tendencias.
Nuestra tarea básica es ser notarios
de lo que está pasando y comunicarlo. El
otro rol que tenemos se refiere a la elaboración
de escenarios. De la página web de
AEMET se pueden descargar escenarios
climáticos hasta 2100 por Comunidades
Autónomas, lo cual se ha hecho a demanda
de los sectores implicados. El público
siente que la actividad del clima puede tener
algún impacto en su vida en sus actividades.
Esos modelos y la evidencia científica
consensuada dicen que para finales
de este siglo vamos a sufrir incrementos
en la temperatura de entre 3 y 5 grados.
Ahora mismo no hay una herramienta
científica mejor que lo que señalan estos
modelos. Deducen lo que pasaría si no se
modifica el ritmo de emisión de gases de
efecto invernadero, lo cual no es una predicción,
sino una proyección.
Según los ambientalistas, si no disminuimos
las emisiones de gases de efecto
invernadero, el cambio climático puede
hacerse irreversible.
En el momento en que se emiten gases
de efecto invernadero en la atmósfera, ahí
permanecen centenares de años. Unos
más y otros menos tiempo, pero de ese orden.
Las soluciones que se adopten ahora
se dejarán notar dentro de 30 o 40 años. No
tenemos una evidencia científica que nos
haga pensar que esto no se está produciendo
por la acción del hombre; de hecho
si con nuestros mejores modelos intentamos
explicar la evolución del clima en los
últimos decenios, no se refleja adecuadamente, algo que sólo se logra si se introducen
en ellos el aumento de los gases con
efecto invernadero. Por tanto, es una falta
de responsabilidad ignorarlo, por lo que tenemos
que intentar reducir las emisiones.
Pero se trata de un problema muy complicado.
Requiere decisiones políticas que
afectan al desarrollo y a la calidad de vida
que deben ser adoptadas por todos los países,
y como todos sabemos, hay algunos
que por el momento no están dispuestos.
¿Cuál es el valor de la predicción climática?
Las proyecciones climáticas y sobre todo
las de carácter regional constituyen uno de
los puntos de partida imprescindibles para
valorar los impactos, la vulnerabilidad,
y las necesidades futuras de adaptación
frente al cambio climático. Para AEMET
se trata por tanto de una prioridad fundamental
en su objetivo de proporcionar la
información meteorológica y climática más
eficaz para los ciudadanos. Las primeras
proyecciones regionalizadas de cambio climático
fueron presentadas por la Agencia
en 2007 y la información generada se puso
en la web a disposición de los usuarios de
forma inmediata. En julio de 2010 se llevó
a cabo la segunda fase de actualización de
estos escenarios regionalizados mediante
la utilización de nuevos datos procedentes
de los modelos globales que constituyen la
base del IV Informe de Evaluación del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre
Cambio Climático (IPCC) aprobado en Valencia
en 2007. Y cuando esta entrevista se
publique, la Agencia tendrá ya disponible
y con libre acceso en su web, resultados
más detallados procedentes de distintos
modelos dinámicos y estadísticos. Todo
ello demuestra la voluntad de la Agencia
por ofrecer siempre la mejor información
disponible sobre la probable evolución del
clima en España.
Se denomina en climatología valor normal de un elemento climático al valor medio sobre un período de tiempo suficientemente largo para que se pueda admitir que, en la media de los valores, se filtran las fluctuaciones de escala temporal corta, como por ejemplo, la variabilidad interanual. Con objeto de que los datos climáticos sean compatibles y comparables en las diversas regiones del planeta, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha definido un intervalo de tiempo de 30 años consecutivos para calcular estos valores climatológicos normales; dicho período se denomina período de referencia.
Fuente: AEMET “Nota sobre la variación de la temperatura y la precipitación media en España entre los períodos de referencia 1971-2000 Y 1981-2010”
Para más información puede consultar: